Desastres naturales: Evidentes Señales antes del Fin

Cientos de acontecimientos catastróficos están azotando la tierra, poniendo en alerta al mundo entero. La Biblia confirma todo lo que está ocurriendo y nos guía a estar alertas manifestando que estamos en tiempos finales.

Los desastres naturales se están haciendo notar con una fuerte frecuencia en los últimos años. Según lo relevado en el 2015 más de 346 desastres naturales dañaron nuestro planeta. En el 2016, las cifras han aumentado considerablemente. La Biblia habla de las señales del fin y están mencionadas en las profecías bíblicas, afirmando que los tiempos serán peores cada día hasta el regreso del nuestro Señor Jesús.

El pastor Ciro Soto de Bolivia aseguró que los cambios climáticos han afectado notoriamente a su nación. “Hay ciudades donde la falta de agua es trascendental a raíz de la sequía y el calentamiento global, resultando con serios problemas a la sociedad. En diferentes partes se ve que las circunstancias están empeorando y eso nos habla de los tiempos finales”. Destacó principalmente que la iglesia debe ser amonestada y recibir el mensaje del Señor para avivar su vida espiritual y estar preparado para su venida.

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En Santo Domingo, el Pastor Rubén Concepción especificó que estos desastres son señales para que la iglesia vuelva a Cristo y avance en predicar el evangelio de Dios. “El Señor está a las puertas. La generación postmoderna debe volver a Cristo. El entretenimiento está generando conformismo, pero la iglesia debe tener conciencia de que los propósitos de Dios debe cumplirse”, anunció el pastor.

Aún así, los desastres no son tan solo naturales sino de tipo social, pues muchas leyes contradictorias a los derechos del ciudadano están teniendo gran importancia, y la Palabra confirma todo lo que está sucediendo. Así nos confirmaron los expositores con respecto a la ideología de género que se está aprobando en varios países. Ante las presentes circunstancias la iglesia debe mantenerse firme procurando llevar la palabra a todo aquel que necesita.

Fuente: Impacto Evangelístico

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