1. Busca tu sitio «especial» para orar
Lucas 5:16 “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.”
Probablemente, Jesús haya tenido sus sitios especiales para orar. Seguramente su oración podía ser donde quisiera pero seguramente tenía estos lugares especiales para conectarse con Dios; como por ejemplo, el desierto de Judea. Por 40 días y 40 noches permaneció en ese lugar. Justamente allí Jesús obtuvo las órdenes del Padre para iniciar su ministerio que duró 3 años y medio, fundado en el poder de Dios.
El segundo sitio especial de oración fueron los montes alrededor de Galilea. El sitio se caracterizaba por los diversos lugares que Jesús podía hallar para orar en aquella región de Israel.
Y por último, el tercer lugar fue el jardín de Getsemaní. Como dato interesante, sorprendentemente Judas sabía dónde hallar a Jesús cuando fue arrestado. Quizá, aquel era el lugar de oración de Jesús cuando se encontraba en Jerusalen.
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2. Enfocate en Oraciones Cortas
1 Reyes 18:36-39 «Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.
Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: !!Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!»
Cuando Elías oró en el Monte Carmelo, su oración fue de muy pocas palabras, sólo 60, pero llena de fe. Oró como si estuviera viendo a Dios allí mismo. No como los profetas de Baal que tuvieron que danzar alrededor del altar y auto-herirse. Elías no gritó y ni vociferó. Simplemente, oró. Habló con Dios y creyó que Dios lo estaba escuchando.
Y Dios verdaderamente lo estaba escuchando.
Así mismo, los profetas de Baal oraron por miles de horas en el Monte Carmelo aquel día. Sus oraciones abarcaron 6 horas aprox. Si multiplicamos las 6 horas por los 450 profetas de Baal, resultaría en 2700 horas de oración. Esto confirma que la cantidad de tiempo de oración no garantiza fe y poder de Dios.
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3. Haz anotaciones para tus oraciones
Filipenses 1:9-11 «Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.»
Puedes hacer anotaciones en un cuaderno o en tu misma computadora. Escribir tus oraciones a Dios en ciertas ocasiones, puede ser llevarte a una maravillosa experiencia. con el correr del tiempo, podrás ver como Dios cumple con sus promesas y tus peticiones conforme a su voluntad.
4. Lee los Salmos para inicar tu oración.
Salmos 145:1-2 «Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.»
Muchos señalan que los Salmos son como son el latido del corazón de Dios porque se encuentran a la mitad de la Biblia. Representan alabanzas y peticiones hechas por grandes siervos de Dios como David, Moisés y los Hijos de Coré.
Muchas veces comenzar leyendo un Salmo ayuda a centrar su corazón en el señor y en su voluntad. Como dice la escritura:
«Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.» Salmos 100:4
Recuerde que estas 4 ideas simples pueden ayudar su vida de oración.
Fuente Diario Cristiano Web