Uno de los motores del Boeing 737-700 explotó a más de 9 mil metros de altura, según comunica el Consejo Nacional de Seguridad de Transportes. La explosión acabó con la vida de un pasajero que estaba sentado al lado del ala del avión y por poco arrastra a otro hacia afuera por una ventana rota.
Entre los 144 pasajeros, la pilota del avión, Tammie Jo Shults, de 56 años, ha pasado a considerarse una heroína. Una de las primeras mujeres a ser piloto de caza en la Marina de Estados Unidos, anunció con calma el problema técnico al control de tráfico aéreo y solicitó ambulancias en la pista.
En la grabación de audio entre Shults y la torre de control, se puede oír tranquilamente explicando los incovenientes ocurridos.
«La pilota Tammy Jo fue tan increíble! Ella nos colocó en seguridad en Philly «, dijo la pasajera Amanda Bourman en el Instagram. «Dios envió a sus ángeles para vigilarnos. Yo realmente oí a alguien decir: ‘hay un Dios!’.
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Shults está formada en la Nazarena Universidad MidAmerica, un instituto cristiano en Kansas. Ella fue una de las primeras mujeres en pilotar el F-18 y se hizo instructora antes de dejar la Marina en 1993 y unirse a Southwest.
Tammie Jo Shults dice profesar la fe cristiana. Ella se casó con un compañero piloto formando su familia para luego tener dos hijos. Shults cuenta que sentarse en la silla de capitán le dio «la oportunidad de testimoniar a Cristo en casi todos sus vuelos».
Para Virginia Shults, suegra de la piloto, la fe fue determinante a la hora de salvar a los pasajeros. «Yo sé que Dios estaba con ella y sé que ella estaba hablando con Dios», dijo.
Fuente Guíame