Actualmente con un apoblación rondando los 28 millones de habitantes, Nepal experimenta el mayor y más rápido crecimiento en el número de Cristianos. En el censo de 1951, la cantidad oficial era cero. Una década después, apenas 458. Al inicio del siglo 21, ya contaba con 102 mil cristianos. El último conteo oficial, en 2011, eran 375 mil seguidores de Cristo.
Según un relato del Instituto Internacional de Libertad Religiosa, los líderes cristianos nepaleses creen que, por causa de las leyes de anticonversion, el gobierno está escondiendo los números reales. Se cree que el número de creyentes en verdad está más próximo a ser 2,3 millones.
Su territorio está dominado por templos hindúes (90% de la población), con algunos monasterios budistas (9% de los habitantes). Historicamente, el Estado es laico, aunque la mayoría hindú siempre toleró a los seguidores de Buda. Para ellos, la verdadera amenaza es el cristianismo, considerado una corrupción traída desde Occidente por medio de los misioneros.
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La Constitución de Nepal afirma que «ninguna persona tiene derecho a convertir a otra, haciendola cambiar de religión, o tomar medidas o comportamientos de forma de perturbar la religión de otros.»
Así mismo, la ley es difícil de ser aplicada. La mayor parte de los cristianos vienen de las castas más bajas, que sufren una intensa discriminación. Por eso mismo el cristianismo representa una amenaza al sistema milenario, pues no solo rechaza las ideas de castas, sino que enseña que todos son hechos a la imagen del mismo Dios.
Una de las maneras más comunes de predicar en el país es a través de programas de asistencia social, aprovechando el espacio dejado por el Estado que no consigue suplir las necesidades de la mayoría de la población que es pobre. Existe una serie de trabajos conducidos por organizaciones misioneras en las áreas de salud, educación y distribución de alimentos.
A mediados de 2015, después de tres terremotos que devastaron parcialmente al país,varias iglesias fueron destruidas. Entre las 9 mil víctimas fatales, cerca de 500 eran cristianos. Tej Jirel, director de la Sociedad Bíblica de Nepal cuenta que fue muy impactante para la comunidad el hecho de que los cristianos continuaran reuniéndose, debajo de las tiendas improvisadas al aire libre.
Con eso, llamaron la atención de las personas, y varias organizaciones misioneras han entrado al país solamente para auxiliar en la reconstrucción y cuidar de los necesitados y sin techo. Otro aspecto que se destaca es la gran cantidad de liberaciones, en una cultura donde la posesión demoníaca era visto como algo positivo.
Después de la enseñanza de los misioneros, muchos fueron invitados a rechazar a falsos dioses y fueron llenos del Espíritu Santo. Por causa del aumento de las conversiones en este período, los radicales hindús intentaron expulsar a todos los misioneros del suelo nepalés, pero el gobierno no lo permitió, pues reconocieron que los cristianos traen beneficios al pueblo.
Fuente: Gospel Prime