Trascurridos tres años de negociaciones entre los gobiernos israelí y canadiense, 119 ovejas que rastrean su linaje de 5.000 años atrás en el Oriente Medio, iniciaron su arribo a Israel a partir del 30 de noviembre.
Las marcas genéticas de la raza datan unos miles de años aproximadamente en el Oriente Medio. Las ovejas comenzaron su viaje en la antigua Siria (también la casa bíblica de Labán) y atravesando África del Norte.
Los invasores moriscos trajeron la raza a España, y luego a Inglaterra, donde se consideraba al animal algo así como una oveja trofeo. Un número fue traído a Norteamérica, originalmente para los parques zoológicos y más tarde para el uso comercial.
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Han denominado la raza con el nombre de “oveja de Jacob” fundamentada en Génesis capítulo 30, donde Jacob habla de dejar la casa de su suegro Laban y tomar parte del rebaño como su pago por años de servicio.
El recorrido de la raza revela el camino de Jacob a Canaán y luego a Egipto. Mientras los judíos se encontraban en Egipto, las ovejas se integraron a las manadas de África del Norte. En algún sitio del camino, aunque los judíos regresaron a Israel, las ovejas únicamente moteadas no regresaron con ellos.
“Es tan surrealista saber que están aquí, aunque todavía tenemos que pasar por la cuarentena”, explicó. “Estamos trayendo parte de la historia judía de vuelta a la patria, y es genial formar parte de eso”, dijo Gil Lewinsky, quién pertenece al equipo encargado de traer la raza de ovejas nuevamente a Israel.
Fuente Ante el Peligro de Apartarse de Dios
