Luca Mendes a sus 24 años era un verdadero éxito como modelo internacional y vivía en Nueva York, fue catalogado como el modelo número 8º más éxitoso del mundo. Sin emabrgo, él sentía que algo estaba equivocado y que él no era feliz, aún después de haber recibido la invitación para participar en la serie americana Lost.
Luca sentía un profundo vacío interior. Pero un día, él tuvo un encuentro con Dios. «Yo nací en un hogar católico. Mis padres concurrían a la iglesia católica y también asistían en centros de espiritismo. Cuando mi padre se afrentó con un problema al momento del nacimiento de mi hermana, ellos buscaron ayuda ante el espiritismo. Las cosas no andaban bien y ellos acabaron conociendo a un joven de una Iglesia Bautista y fue ese hermano quien nos llamó y nos introdujo en la iglesia», explicó.
«A partir de ahí empezamos a pasar de iglesia en iglesia, hasta que encontramos la iglesia adventista. Mi contacto con Dios era casi nulo. A los 24 años yo estaba en la cima de mi carrera, era modelo internacional, vivía con mi novia en Nueva York y viajaba por todo el mundo. A los 18 años comencé a trabajar como modelo, señaló.
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Vida nueva
«Cuando yo era muy joven, ya había planeado mi vida. Mi padre me enseñó a buscar dinero, éxito, ser siempre el primero. Y finalmente logré alcanza mis objetivos. El problema es que el mundo te enseña que allí está la felicidad, y cuando la gente llega a ese punto piensa que va a ser feliz. Sólo cuando lo alcanzas, visualizas todo aquello. Yo analizé mi vida y me pregunté: ‘¿Por qué me acuerdo por la mañana, respiro? Para el día siguiente hacer todo otra vez? ‘Entonces, me quedé pensando, ¿es eso? Tiene que haber algo más», agregó.
«Empecé a analizar mi vida y me di cuenta de que tenía todo lo que un ser humano normal quería tener, pero yo no era feliz. Entonces, dije: ‘¿Qué me está faltando?’ Fue ahí que regresé a Brasil con la esperanza de obtener esa respuesta y luego de analizar mi situación, lo único que me faltaba era Dios. Entonces ahi mismo empecé a buscar a Dios. Comencé orando: ‘Dios, si usted existe, aparece para mí’. Él ha tenido una experiencia personal con Dios que ha transformado su vida para siempre.
«Nunca más dejé de despertar por la mañana, hablar con Dios y estudiar algún capítulo de la Biblia. Así comenzó mi cambio hasta lo que soy hoy. Mis amigos de antes no me reconocen más», señaló. Luca trabajó con los mejores fotógrafos de la moda. Entre ellos Steven Klein, considerado fotógrafo de Madonna, ha trabajado en el proyecto Secret Project Revolution. Además, trabajó con Steven Meisel, el oro de la moda. Tambien tuvo participación con Versace y Dolce & Gabbana.
Fuente Guíame