Madre de El Chapo Guzmán ora para que su hijo se arrepienta «antes que sea demasiado tarde»

El famoso mexicano «El Chapo Guzmán», capo del cartel de Sinaloa, ha sido noticia alrededor de todo el mundo, y mientras permanecía prohibido de su libertad. Finalmente la corte de Brooklyn, Nueva York, ha dictaminado el fallo de culpabilidad por los hechos cometidos ya hace varios años.

Mientras tanto, su madre que vive en méxico, en lo alto de las montañas de Badiraguato, un pequeño pueblo rural en el estado mexicano de Sinaloa, hasta el día que confirmaron su sentencia ella permaneció orando día y noche por su hijo, esperando que se entregue a Cristo como su última oportunidad.

En una entrevista, María Consuelo Loera Pérez con más de 90 años de edad, dijo a corazón abierto: «Que él, antes de que sea demasiado tarde, se entregue al Señor porque ya probó el mundo».

Su madre, sigue a la espera que Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera regrese en algún momento de su vida. A pesar de las circuntancias que atraviesa su hijo, ella nunca pierda las esperanzas que su muchacho salga victorioso de esta batalla.

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, con más de 60 años de edad, fue declarado culpable de diez causas por un jurado que deliberó durante seis días, en un proceso que duró casi cuatro meses hasta que su historia como recluso alcanzó el mayor juicio en Estados Unidos donde fue senteciado a más de 30 años de prisión.

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La sentencia lo llevará a cadena perpetua en el Supermax, presidio federal de máxima seguridad en el estado de Colorado (EEUU).

Su madre, Doña Consuelo es conocida por sus vecinos por su vida austera y sencilla, lejos de los lujos que mostraba su hijo en el pasado. Su casa está decorada con algunos recuerdos y una antigua televisión. «En vez de perder tiempo viendo TV, me dedico a estudiar la Biblia», revela la madre de El Chapo, explicando que le gusta leer entre cuatro y cinco capítulos a diario.

Ella cuenta que recibió su bautismo en la Iglesia Apostólica en la Fe en Jesucristo, hace 34 años y asegura que desde entonces, nunca perdió las esperanzas de orar por su hijo para que Cristo cambie su corazón y lo salve de la condenación eterna.

Además, explicó que no está ajena a su situación, y que también influye en su vida personal, pero sostiene que Dios la ayuda y la fortalece en los momentos más dificiles.

Fuente Guíame

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