Joven africano huérfano conoce la mano de Dios y testifica

Un joven africano comparte cómo su vida ha siso transformada de una realidad de dificil donde fue liberado de esta banda que practicaba brujería, a través de su relación con Jesús.

Emmanuel, de 16 años, de la República del Congo fue partícipe de una violenta banda de brujería. En su iniciación, Emmanuel tenía que sostener una serpiente venenosa y cantar oraciones extrañas, mientras que otros miembros de la banda hacían cortes en sus brazos «para que sea más fuerte», como él mismo dijo a la Sociedad Bíblica Británica.

Emmanuel había sido enviado a un orfanato a los nueve años cuando estaba muy enfermo porque había contraído el SIDA y no tenían la posibilidad de criarlo. En el orfanato, Emmanuel sintió la necesidad de pertenecer a alguna parte. La propuesta de una banda de brujería parecía atractiva porque el grupo prometió «poderes mágicos y mucha fuerza», adquirida a través de mantras y hechizos especiales.

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Después de su iniciación en el grupo, Emmanuel pronto se convertirse en un criminal. Su tarea era hurtar a los vendedores ambulantes. Empezó a beber y se convirtió cada vez más furioso. Como expuso, «vencía a cualquiera que no estaba de acuerdo con él.»

Pero todo cambió cuando conoció a Jesús. La Sociedad Bíblica visitó su orfanato para enseñar estudios bíblicos, basado en el programa El buen samaritano. El curso utiliza los famosos talleres parábola bíblica e interactivos para enseñar los valores sociales a los jóvenes y cómo ser un «ciudadano gentil.»

Su transformación

Inicialmente, Emmanuel comenzó con algunas dudas del programa y decidió quedarse apartado, mientras que los misioneros ministraban en el estudio. Escuchó, pero no participó. Con el tiempo, sin embargo, el niño estaba escuchando más acerca de Jesús y comenzó a colaborar con el mensaje hasta que empezó a ver cambios en su vida.

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«El buen samaritano me enseño cómo vivir de manera diferente», dijo Emmanuel, a 16 años. «Ahora mi vida es muy diferente.» Él buscó el consejo pastoral para escapar de la delincuencia y dejar la vida que llevaba.

«Fui a un pastor y hablé con él acerca de las cosas que estaba haciendo. Empecé a orar y leer la Biblia», declaró. Emmanuel abandonó su vida delictiva. Él rompió los lazos con pandillas de brujería, pero a pesar de no caminar más con sus antiguos colegas, dijo que ruega por sus vida.

Hoy en día, el niño ayuda con las tareas en el orfanato, enseña a otros jóvenes huérfanos como jugar al fútbol e incluso sirve como una especie de mentor para los más jóvenes. Emmanuel se ha dedicado al estudio y expresó el deseo de formar en la contabilidad, pero no quieren perder de vista su misión ministerial.

«Quiero decir a los jóvenes cómo se puede evitar las cosas malas y entregarse a Jesucristo para que cambie sus vidas.» asegura Emmanuel. «Hice cosas malas, he robado y herido a muchos, pero ahora respeto a las personas a causa de Jesús.»

Fuente Guíame

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