Los hermanos del Equipo de respuesta rápida de Billy Graham, capacitacidos para fuertes crisis, están en la Isla Grande de Hawái para ofrecer atención emocional y espiritual a los residentes que han sido afectados brutalmente por las erupciones del volcán Kilauea.
Un pequeño grupo de capellanes ya estaba en Hawaii atendiendo a las víctimas de las inundaciones en Kauai cuando Kilauea entró en erupción el 3 de mayo, lo que obligó a miles de residentes a evacuar sus hogares de manera sorpresiva.
Si bien se sabe que Kilauea es un volcán activo que ha estado en erupción permanentemente durante muchos años, las últimas erupciones han sido inusuales causando enormes destrucciones. Lava ha eliminado cientos de casas, y miles de personas no saben si podrán regresar a sus casas o si quiera cuándo lo harán.
Además de los peligros del flujo de lava, se han abierto fisuras impredecibles en el suelo las cuales están emitiendo dióxido de azufre perjudicial que permanece en el aire de algunos sitios.
Phil y Pam Rhodes, que viven en California, pasaron las últimas semanas con los residentes de Kauai que lidian con las secuelas de las devastadoras inundaciones.
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“Creo que la incertidumbre de cuánto tiempo van a verse afectados por esto es lo que pesa sobre las personas”, dijo Pam. “Hemos tenido muchas oportunidades de ministerio con la gente de la comunidad”, dijo. “Son tan receptivos al hecho de que estamos aquí, que los amamos, que Dios los ama. El nombre de Jesús está siendo levantado, así que eso es realmente grandioso”, aseguró.
“Para los que tienen a Jesús, parecen poner un pie delante del otro y confiar en Él”, dijo Phil. “Para los que no lo hacen, les preocupa su comida y alojamiento, sus necesidades físicas, inmediatas. Es el final del año en la escuela, por lo que las familias están preocupadas por la finalización del año escolar que se ha interrumpido”, explica.
El equipo de capellanes ha experimentado lo que solo se puede llamar “citas divinas” durante su estadía en la Isla Grande, incluido un encuentro con un joven que sufría una discapacidad visual que distorsionaba su rostro. Phil y Pam estaban en un McDonald’s cuando el hombre le dijo a Phil que la gente puede ser increíblemente mala. Le preguntó a Phil qué se siente ser “normal”.
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“Phil tocó su hombro, y él lo tomó, lo abrazó y le dijo: ‘Eres hermoso a los ojos de Dios. Él ve el interior de tu corazón’”, señaló Pam.
El hombre conocía a Cristo pero estaba atravesando un momento duro y necesitaba esa palabra de aliento. Les preguntó a los capellanes que dice la Biblia, cómo Dios te buscan y te conoce. Phil y Pam citaron el Salmo 139, y él les pidió que se lo leyeran.
Salmo 139
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos… (continua)
Si clamas a Dios mediante su palabra, obtendrás siempre una respuesta y una salida para lo que necesitas. Los salmos son un gran ejemplo que Dios nos ha dejado en su palabra para orar a él en todo tiempo.
Los miembros del equipo han vivido varios encuentros con personas que estaban esperando esa palabra de aliento y esperanza durante su estadía en la Isla Grande.
Fuente Biblia Todo Noticias
